lunes, 13 de abril de 2009

NUNCA ES TARDE

La conoció a edad muy temprana, Silvio Soldán fue quien sin querer los presentó en un estudio de Radio El Mundo, y el niño con tal solo 6 años supo dentro de su corazón que quería pasar el resto de su vida abrazado a ella.

Sus tardes, a partir de ese momento, nunca fueron iguales, mientras otros pibes de su edad andaban por ahí pateando una pelota, remontando barriletes o cazando mariposas, él se encerraba en su cuarto con el grabador de su hermana mayor para fantasear cómo sería el resto de su vida junto a ella.

Cuando confesaba en público su amor y su plan siempre recibía opiniones contrarias que desde la razón le decían que la vida junto a ella podía ser sumamente difícil y seguir su camino podía llegar a resultar infructuoso y poco rentable, le contaban historias de incautos que se dejaron seducir por ella y no llegaron a ningún lado.

Al comenzar el secundario conoció a otra y supo que tenía una extraña capacidad para manejar sus artes y conocer sus secretos. No la amaba, tal vez ni siquiera la quería pero los demás le hablaban de ella como su gran oportunidad. Padres, profesores, hermanos, amigos y conocidos siempre halagaban la buena pareja quehacían y le auguraban un futuro brillante y sumamente fructíferos junto a ella.

Llegó el final del secundario y junto a él, el comienzo de una nueva etapa en la que, sabía, tenía que definirse por una de las dos.
En el baile de graduación estaban las dos allí paraditas, una al lado de la otra, tan distintas, tan dispares. Una era seguridad, la otra era aventura. Una, maquillada al máximo, vestida con las mejores ropas y agrandada por los comentarios del entorno, proponía opulencia y comodidad sin amor. La otra mucho mas humilde, a cara lavada, maquillada únicamente con la sonrisa y la pureza de rostro que da el amor, proponía un camino de sacrificios pero pleno de felicidad, ésa que solo se siente cuando uno está en su lugar en el mundo.

Como era de esperar, alguien a quien los desafíos lo aterrorizaban optó por la mas prometedora, por esa que el mundo le aconsejaba seguir y le aseguraban que hacían una muy buena pareja. Bastaron solamente unos años de tediosa convivencia para que el tipo se diera cuenta que lejos de amarla, de quererla, o por lo menos de respetarla, la aborrecía tanto a ella como a todos los que habían seguido su camino.

Intentó volver atrás y una fría tarde de junio de un año que casi no recuerda invitó a su primer amor a tomar un café, que ella aceptó gustosa porque siempre lo está esperando. Pero el nuevo rumbo que había tomado su vida le jugó nuevamente una mala pasada y sin dar demasiadas explicaciones, el tipo desapareció de los lugares que solía frecuentar y la dejó por segunda vez.

Ella siempre estará dispuesta a recibirlo, jamás le reprochará haberse ido con otra porque entiende que es fácil dejarse seducir por una carrera tan redituable como Contador Público. El ama tanto o más a la Locución de la que conoció su existencia en un estudio de Radio cuando solo tenía 6 años. Sabe que llegará el día en que pueda abrazarse a ella para no separarse nunca, porque una voz dentro de su corazón le dice que para algunas cosas en la vida, NUNCA ES TARDE.

Gerardo Pablo Vivas

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