domingo, 5 de abril de 2009

PALABRAS HUECAS




La muerte de Raúl Alfonsín ha disparado en estos días un sinfín de lamentaciones y blanqueos ideológicos típicos de esta sociedad inmadura.

Bien lo expresó Eduardo Aliverti en su editorial del sábado 4 de abril, palabras más, palabras menos:
"si era cierto que Alfonsín defendía las ideas expresadas en el preámbulo a la Constitución Argentina, entonces muchos de los que fueron al velatorio deberían haberse quedado en sus casas".
Aún con las diferencias conceptuales que siento respecto del editorial completo, coincido en su totalidad con esas palabras.

Raúl Alfonsín no es el padre de la democracia, como muchos (o casi todos) los medios de difusión han expresado. Lo lamentable es que los mismos grupos de poder que en aquella época atacaron duramente todas las políticas llevadas adelante por su gobierno, hoy, por diferencias con el presidente actual, así lo aseguran. Simples, aunque peligrosos, oportunistas.

La democracia nos cayó como un presente griego que la dictadura nos dejó en la puerta de nuestras casas, así como los griegos dejaron el caballo a las puertas de Troya. Por supuesto, en el vientre de los dos venían escondidos los enemigos...

Raúl Alfonsín tampoco es un dios bajado a la tierra. Es muy fácil rendir culto a los dioses, a los muertos, a las estatuas. Ellos no pueden recriminarnos nada.

Raul Alfonsín era un tipo como cualquiera de nosotros aunque fuera distinto. Distinto por la coherencia intelectual, por su bonhomía, por su preparación, por el coraje al defender sus ideas...

Quien escribe estas palabras ha superado el tiempo en que los lógicos problemas a la hora de gobernar hacían aparecerlo como una persona incapaz, irresoluta o miedosa.

¿Puede ser miedoso alguien que presentaba hábeas corpus en la época de la Triple A, liderada por el inefable José López Rega?

Cada uno de nosotros tendrá los argumentos para quererlo u odiarlo.

Con el tiempo he aprendido que uno de sus mensajes, "sigan las ideas, no a los hombres", es suficiente para que Raúl Alfonsín ocupe un lugar destacado en mi corazón.
Mensaje que, lamentablemente, no ha llegado a la mayoría de los dirigentes radicales salvo excepciones. Muchos de los que hoy derraman sus lágrimas siguen en la lógica de la división, la pelea, el odio. Siguen considerándose imprescindibles y viven de la política desde hace 25 años.
Otros, no viven de la política pero se dedican a la destrucción y son los máximos responsables de la decadencia del partido Radical y del éxodo masivo de afiliados de los últimos años. Y están contentos con eso, con quedarse solos, mirándose el ombligo y palmeándose las espaldas.

No alcanza con ir al velatorio, besar al muerto, saludar a los familiares.
Tampoco alcanza con pedir la venia de los guardianes para acercarse al cajón.

El acto de desapego que Raúl Alfonsín realizó al renunciar como Senador Nacional en la época del "que se vayan todos" bien podría ser imitado por muchos para bien del partido Radical y de la sociedad toda.

César Gustavo De Gerónimo

4 comentarios:

  1. Dippy:

    Comparto plenemente tus palabras. Esta fue una semana pesada para los que veíamos en "el gordo" un ejemplo de altruismo. Traté de mantenerme lejos del televisor porque me hacía mucho mal. Recuerdo cuando falleció mi padre, un grupo de la juventud partidaria me pidió autorización para decir unas palabras. A pesar que había entre ellos verdaderos amigos, me negué. Entendí que los amargos enfrentamientos sufridos en vida por mi padre no podían taparse con discursos oportunistas. Con Alfonsín tengo el mismo criterio. Algunos de los que lo secundaron en su sepelio fueron detractores en momentos difíciles y nunca dejaron de vivir de la política. Indignante.

    Atilio Barragán

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  2. Gus, me parece buena tu reflexión y coincido en casi todo. Coincido en resaltar la persona del Dr. y en parte con tus comentarios respecto de quienes asistieron al velatorio pero creo también que pensando de esta manera no nos damos lugar a un cambio y actuamos de la misma manera que ello.

    Quiero decir con esto que considero que Alfonsín con su muerte nos dio una oportunidad de cambio, de que pensemos más allá de nuestros propios intereses, que aprendamos a entender y perdonar al otro y que como vos lo mencionaste, más allá de los hombres están las ideas.

    Luchemos todos juntos por un país mejor.

    Lilita Melucci

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  3. La verdad interesante!!! respeto mucho las opiniones de todos y como defienden uno a uno sus ideas. No pertenesco a ningun partido politico. Tampoco entiendo de política, por interes propio, no quiero saber mas de lo que se. Prefiero pecar de ignorante y no ser parte de algo que realmente en el fondo, dudo mucho este bien. Coparto la frase seguir una idea y no un hombre. Me refiero a una idea politica, a luchar por algo que queremos.
    Pero nunca seguir a un politico: ellos estan con la gente xq nos necesitan, nunca hacen algo por los ciudadanos, lo hacen por ellos. por ser votados y tener un mejor pasar.
    solo quiero q balcarce sea seguro para mis hijos y que podamos vivir algun dia sin tener miedo.

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  4. DIPPY Coincido `lenamente con vos, Lilita y Atilio y a pesar de no ser Radical (ni Peronista) si soy democrata y solo por eso (y no creo sea poca cosa)lo vote en el 83 porque segui AL HOMBRE y lo pongo con mayusculas porque este si que lo fue y lo seguira siendo y como si fuera poco HONESTO y verguenza nos deberia dar tener que resaltar ese valor cuando tendria que ser algo comun y corriente y sobre todo en la CLASE POLITICA,pero todo esto lo tenemos que ver asi porque simplemente SOMOS ARGENTINOS.-
    UN ABRAZO ENORME COMO SIEMPRE PARA VOS,LILITA Y ATILIO.-

    Desde Cordoba :JORGE E GARAVANO

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